23 de marzo de 2018

En Perú debe estarse gestando un redentor



Lo de la renuncia de Kuscynski no puede ser más mamarracho. Ahora, el renunciado amenaza con retirar su carta de renuncia, si el Congreso trata su situación como una vacancia, con el juicio que ello trae aparejado. Perú atraviesa una profunda, muy profunda, crisis política de representatividad. La presidencia del propio Kuszinski es un ejemplo de ello. Primo hermano, por parte de su madre, de Jean-Luc Godard, el director frances de Sin aliento y Vivir su vida, dos películas que dieron inicio a la llamada Nouvelle Vogue, o Nueva Ola, del cine francés y europeo. Está casado en primeras nupcias y divorciado con la hija de un ex diputado norteamericano, con quien tiene varios hijos, y, en la actualidad, con otra polítologa también norteamericana. Realizó su carrera profesional en el Banco Mundial. Trabajó en varias entidades financieras hasta llegar a copresidente del banco de inversión First Boston. Fue miembro fundador del Grupo Bildenberg y miembro del directorio de diversas empresas, incluyendo Siderúrgica Argentina y Tenaris, del grupo Rocca. Llegó a la política de la mano de Fernando Belaunde Terry, en 1966, y debió refugiarse en los EE.UU. con el advenimiento de la Revolución Peruana en 1968, con la acusación de otorgar certificados de divisas a la International Petroleum Company lo que permitió que esta compañía pudiese enviar 115 millones de dólares de utilidades a la Standard Oil, su casa matriz en Estados Unidos. Después de ocho años y ya vencido el intento nacionalista de Velazco Alvarado, la Corte Suprema de Perú lo absolvió junto con otros honestos empresarios como él mismo.

Con esta breve biografía, es muy difícil extrañarse que este apátrida pueda haber incurrido en actos de corrupción. Toda su vida anterior, al servicio de los intereses extranjeros en su país, hacía evidente que, tarde o temprano, lo agarrarían con las manos en la masa. Después de amnistiar al “Chino” Fujimori, el candidato que cortó las aspiraciones presidenciales de Mario Vargas Llosa, y al que Kuszynski envió a su casa desde el sanatorio donde se encontraba internado y en cumplimiento de 25 años de prisión por violaciones a los Derechos Humanos, Keiko Fujimori retiró el apoyo de su partido y el viejo saqueador del Perú tuvo que renunciar.
El escenario de Perú se parece al de un país europeo. Esto quiere decir que las alternativas electorales que se le ofrecen están insertadas en exactamente el mismo punto de vista de aceptación resignada del actual estado de cosas. Entre Kuszynski y Keiko Fujimori había menos diferencia que entre Bachelet y Piñera, lo cual es mucho decir. Ahora bien, cualquier país europeo puede vivir con esto ya que forman parte del sistema mundial de dominación y son centro de operaciones del capital financiero, amo y señor del mundo occidental. Por lo tanto su población, aún los sectores más humildes y explotados gozan todavía de un bienestar que, comparado con la situación de los pobres peruanos, es de un inalcanzable bienestar. El pueblo peruano y el propio Perú, país agro-minero exportador, sin industrias, con una gigantesca economía en negro, sin trabajadores fabriles, con un enorme atraso agrario y una burguesía financiera trasnacionalizada, no creo que esté en condiciones de aguantar indefinidamente semejante ausencia de oportunidades superadoras. 
En algún lugar del Perú que no conocemos ni los medios permiten ver tiene que estarse gestando alguna cosa que lo saque de este miserable marasmo en el que se encuentra. Insisto, en algún lugar un Perón, un Chávez, un Vargas, un nuevo Haya de la Torre, un nuevo Cholo Velazco Alvarado, está afilando el cuchillo de la redención.

Lejos de mí pretender decir lo que hay que hacer, pero la política como la física aborrece el vacío.

Buenos Aires, 23 de marzo de 2018

22 de marzo de 2018

Soplar la Ceniza 20. 24 de Marzo

10 de marzo de 2018

Soplar la Ceniza 19. El Aborto

5 de marzo de 2018

Donald Trump y el lecho de Procusto de la razón financierizada



Leo casi estupefacto la enorme dificultad que tiene el pensamiento denominado de "izquierda" para entender y procesar el actual momento de la política mundial. Trump y el resonante éxito económico de su proteccionismo del siglo XXI, su lento repliegue de Medio Oriente, empezando por Siria, su duelo verbal y de bravuconadas con Kim Jong-un que termina en un acuerdo sin precedentes entre Corea del Norte y Corea del Sur, el abandono de Europa y su propuesta de que cada uno se pague su propia defensa, el elogio a la prolongación del mandato de Xi Ping,entre otros efectos, ha generado una ola de artículos y análisis que evidencian sorpresa e incomprensión. El fantasma de Procusto vuelve por las suyas.
Aunque parezca mentira, la hegemonía del capital financiero ha impregnado por completo el pensamiento occidental, incluso a sus críticos. Y EE.UU. es una sociedad cuyo estado -es decir, la burocracia estatal, política, diplomática, militar y administrativa- esta inficionada, impregnada por el modo de ver las cosas del capital financiero. Es más, ha sido el resultado de ese predominio del capital financiero sobre el capital productivo. El "liberalismo" político norteamericano expresa, en ese sentido, el pensamiento del capital financiero para las grandes masas. Hollywood es su centro de irradiación.
Leo un artículo "La Supuesta Dictadura de Donald Trump (https://elordenmundial.com/…/la-supuesta-dictadura-de-dona…/). El autor, un joven académico español izquierdista y hasta marxista, se desespera por encontrar categorías para el objeto de su estudio. Analiza todos los aspectos negativos de su héroe: racismo, sexismo, autoritarismo fascistoide, supuesta dejadez en la gestión, todo adornada con cuadros, mapas y estadísticas. Lo único que no analiza, lo que no entra de ninguna manera en el amplio panorama que presenta -y lo busqué con ahínco- es el giro que ha logrado darle a la economía norteamericana, el logro de hacer crecer la economía productiva, disminuir la desocupación, sin inflación. Y tampoco surge del análisis de su gestión el efecto de distensión, de búsqueda de nuevos acuerdos -aunque sea a los gritos y con amenazas apocalípticas- con la multipolaridad que caracteriza al escenario mundial.
Da la impresión de que Trump es el único que ha entendido -a su manera, bajo su personal y particular sistema de pensamiento- que EE.UU es una potencia en decadencia y que lentamente el centro del mundo se está corriendo del atlantismo británico-norteamericano a un continentalismo hausshofferiano euroasiático y que estima que lo único que puede hacer es acompañarlo de la manera más beneficiosa para su país. Y para hacerlo se ve obligado a soslayar, a sortear el establishment político que responde a los intereses de Wall Street.
Lo demás, si es o no un déspota, un autoritario bonapartista que amenaza la sobrevivencia del "gobierno del pueblo, para el pueblo, por el pueblo", según el discurso de Lincoln en Gettysburg, es tan solo un tema para un "paper" académico. No le interesa a nadie.
Buenos Aires, 5 de marzo de 2018

1 de marzo de 2018

El discurso del alcalde


Acabo de leer comparativamente dos discursos de apertura del ciclo legislativo. La del presidente Macri y la del gobernador Insfrán. Lo mismo hice el año pasado y lo pueden encontrar en mi blog.
Pero lo particular en la versión de este año es, a mi modo de ver, que Macri se ha asumido como una especie de intendente de la Argentina. Todo el contenido de su discurso es el de un alcalde pueblerino que recomienda a sus vecinos usar el cinturón de seguridad, no manejar si han bebido, respetar a los esforzados servidores públicos que velan por su seguridad y ser corteses con los visitantes para que se lleven un buen recuerdo y vuelvan, mientras les informa que ahora pueden pagar el ABL por homebanking.
Anteriormente postié que es un discurso dirigido al nivel 0 de la politización y que, en ese sentido, es eficaz. Un amigo me advirtió, con acierto, en otra red que ese nivel 0 de politización tampoco escucha o lee discursos presidenciales.
Me da la impresión que el discurso es un intento vano en presentar al presidente como un estadista que está por encima de los enfrentamientos y miserias de la política, desvelado por hacerle la vida más fácil al ciudadano -siempre considerado individualmente, aislado de su situación social concreta, de su pertenencia a una determinada clase, sector o comunidad-, a una especie de habitante abstracto de un country club. Eso ya la había hecho el año pasado, peroa ocurre que las circunstancias son muy distintas.
Este mensaje municipal se da en medio de un mundo altamente convulsionado, donde los centros imperialistas adoptan un proteccionismo defensivo, los organismos comerciales levantados en nombre del libre comercio fracasan en sus reuniones y la multipolaridad modifica las relaciones de fuerzas nacidas después de la caída del muro de Berlín. El mensaje del alcalde, que lamenta la muerte de 44 militares muertos posiblemente por un ataque de una potencia extranjera, se da en un país que tiene ocupada una parte de su territorio por Gran Bretaña, el Atlántico Sur en manos de potencias extraterritoriales frente a las cuales carecemos de fuerzas de defensa. Pero además, se da en un país que, a partir de diciembre del año pasado, comenzó a cuestionar abierta y confrontativamente a un gobierno al que, hasta ese momento, había tratado con respeto y hasta le había hecho ganar las elecciones legislativas.
Es el bimestre más importante de la historia”, “Los salarios le ganaron a la inflación”,
Pudimos evitar una crisis que se venía encima” y la inefable “Ese crecimiento invisible sucedió” hoy son, para la inmensa mayoría de los argentinos, saraza, camelo, sanata sin consistencia alguno ni contacto con la dura realidad del desempleo, el aumento de precios y tarifas, el cierre de puestos de trabajo y la miseria que ha vuelto a llenar las calles de mendigos sin techo ni comida.
Los escribas pagos, los chupamacris profesionales intentarán presentar la impostura como el discurso sereno de un estadista que habla cara a cara con cada uno de sus compatriotas. El intento durará lo que duran esas imposturas. La inmensa mayoría ya se ha dado cuenta que el rey está desnudo. Solo falta tener claro quien será el que surza y se vista con la capa que este mentecato rompió en girones.
Buenos Aires, 1° de marzo de 2018